Un debate el de ayer, bronco y flojo en sus planteamientos, en el que los participantes trataron de arrinconar a la Presidenta Ayuso que defendió su gestión con orgullo, valentía, lógica y razón, cuyo fundamento se basa en la libertad, apoyando el comercio en toda su extensión para mantener la economía y el empleo a flote.
Lo mas repúgnate la estrategia de Iglesias utilizando el dolor de las familias por la pandemia como arma política, con una estrategia todavía no revelada y es la de subir los impuestos de forma agresiva y proceder a implantar las medidas de confinamientos, cierres perimetrales y bloqueo del comercio y la economía, porque a la izquierda le interesa que exista la miseria y la penuria, para erigirse en salvadores entregando paguitas y subsidios, al estilo cubano o venezolano para mantener cautivo el voto.
Valiente Roció Monasterio que expuso con claridad meridiana los males que afligen nuestra Patria.
El triste y soso Gabilondo que al final por mucho que repitiera que no quería a un Iglesias extremista en su formación, termina ofreciéndole su apoyo y su intención de coaligarse para formar gobierno, demostrando que solo es una extremidad de la correa que sujeta Sánchez.
En cuanto a Ciudadanos, una pena pues aunque su programa es coherente y centrista, ya no levanta cabeza. Los demás participantes, luchando a la desesperada por lograr hacerse sitio en el panorama político de la Comunidad de Madrid, que no hay duda de que será Ayuso quien se llevará el gato al agua, que es la única que de momento garantiza la libertad, el empleo y la economía en la Comunidad de Madrid, algo que alaban y reconocen desde diversos países extranjeros.
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